martes, 15 de febrero de 2011

Pan y Circo


Seguramente no son pocas las personas que viven avergonzadas con ciertos sectores de su país. Quizá hay mucha gente escondida detrás de un "falso partidismo" donde solo salen beneficiados ellos mismos, claro, ser del partido conviene, y mucho, pero en realidad no tienen ni idea de lo que podría pasar con un gobierno un poco "más justo."

Quizá sea una utopía pedir justicia en un país en la que la justicia se mueve en base a los dólares que puedas tener en tu cuenta bancaria, sin son euros, sin duda, mejor.

Quizá sea incluso más utópico pedir que vengan candidatos nuevos, caras nuevas, ideas nuevas, frescas, jovenes, que construyan ideales y partidos nuevos, no vivir de los mismos nombres. Quizá incluso sea insano, quizá me podrían tildar de loco al decir que el 95% de peruanos, votamos, si, lamentablemente me tengo que incluir, sin saber exactamente a que tipo de ideal votamos. O que proyectos apoyamos. ¿Alguno aquí ha leido un plan electoral en su totalidad? De ser así, felicitaciones, eres un Peruano excepcional.

Recuerdo la segunda vuelta de 2006. Fue tragicómica, delante de mis ojos, tenía 2 candidatos. Ninguno de ellos de mi interés, ninguno de ellos me convenció, ninguno de ellos hizo cosas buenas. Quizá uno fue peor que el otro. Quizá uno fue el único alquimista del mundo, al convertir una moneda, en mierda. Quizá el otro fue simplemente un tonto al pronunciar el apellido Chavez, y que los peruanos que vivían en el extranjero pasaban a ser traidores a la patria, y los Homosexuales (gays y lesbianas) serían fusilados.
Y ahí estaba yo delante de una cartilla, con dolor de cabeza, con un calor sofocante, en pleno centro de Madrid, con una resaca alucinante, y preguntandome que cojones hacía yo en aquel lugar sin querer votar ni por el uno, ni por el otro. Pero allí estaba yo. Tenía que estar alli por cojones, so pena de multa, mi voto no era un derecho, era un DEBER.
Al final, como muchos peruanos hicimos, votamos por el "menos malo," por el ladrón conocido, por el favoritismo oculto, por miedo al cambio, aunque ese cambio, tampoco era para bien. Le dimos la espalda a Chavez y a su ambición Bolivariana, de un presidente que más que presidente es una marioneta indirecta de EEUU, para mantener a Sudamérica desunida.

Y ahora veo, que en el congreso de mi país, más que un congreso, ahora lo quieren convertir en un circo, aunque circo ya era desde hace unos años atrás, pero ahora lo es más. Una prostituta, miles de vedettes, o ya jubiladas, voleibolistas, deportistas, y congresistas de profesión que lo único que hacen por el país, es llegar, sentarse, calentar el asiento y esperar a fin de mes a cobrar, para darse la gran vida, no haciendo absolutamente nada de lo que prometieron, olvidando a toda la gente que confió su voto impuesto para ellos.

Es muy fácil decir, yo bajaré impuestos, eliminaré tarifas básicas, y millones de cosas que nos vendrían sinceramente bien para poder dejar de alimentar a grandes empresas que nunca pierden, sino más bien, siempre ganan. Incluso lo irónico del asunto, es que en los países pobres, como lo es y seguira siendo durante mucho tiempo Perú y no pobreza de carencia de riqueza, sino carencia de cultura; las empresas ganan más que en los paises "desarrollados" de "primer mundo."

Es una pena llegar a tener un congreso así, pero creo que más pena da que nuestro voto sea impuesto, no un derecho, como dije anteriormente, sino un deber. No pretendo con esto, cambiar al mundo, mucho menos a Perú, eso es algo que nos toca a todos, pero, ¿Cómo empezar?

Yo soy una persona que vive avergonzada por el gobierno que le toca vivir. ¿Y tú?

Como dijo el Poeta Romano, Juvenal, Panem et circenses.

viernes, 4 de febrero de 2011

Kill


Do you find me sadistic? You know, Kiddo, I'd like to believe that you're aware enough even now to know that there's nothing sadistic in my actions. At this moment, this is me at my most masochistic.

Me crees sádico? Sabes qué niña? Me gustaría pensar que eres lo suficientemente consciente, incluso ahora, para saber que no hay nada de sádico en mi actuar. Ahora mismo, soy yo, en mi faceta más masoquista.