domingo, 27 de abril de 2014

La Persona Más Débil Del Mundo

Hubo una vez un escritor. Todo un señor. Pulcro. Caballero. Trabajador. Una persona digna de ejemplo para cualquier mortal. Impasible, diplomático, sin pecado conocido, o mejor dicho sin alguno divulgado en lugar alguno.

Sentado en su sillón, con un lapicero en la mano, pensando, dejando que sus dedos fluyan, no encontraba nada más que el silencio, la sequía de palabras que en antaño fluían como respirar. Y se dio cuenta de que no tenía alguien quien le escriba.

Y sin ya tener lágrimas, allí, sentado, escuchando su respiración, se dio cuenta que quizá y solo quizá, sería la persona más débil del mundo.