martes, 23 de marzo de 2010

Micro???




















"El microblogging, también conocido como nanoblogging, es un servicio que permite a sus usuarios enviar y publicar mensajes breves (alrededor de 140 caracteres), generalmente de sólo texto. Las opciones para el envío de los mensajes varían desde sitios web, a través de SMS, mensajería instantánea o aplicaciones ad hoc.

Estas actualizaciones se muestran en la página de perfil del usuario, y son también enviadas de forma inmediata a otros usuarios que han elegido la opción de recibirlas. El usuario origen puede restringir el envío de estos mensajes sólo a miembros de su círculo de amigos, o permitir su acceso a todos los usuarios, que es la opción por defecto."

Fuente: Wikipedia.

"Me duele la espalda."

"Hoy la vi pero no me atreví a hablarle."

"Odio a la gente, y la gente me odia."

"Fuck you Menacho." (Totalmente real, y de nada más y nada menos que de Axl Rose)

"No debí haberme comido esa hamburguesa del infierno."

¿Realmente necesitamos esto?

Adoleciendo...

Sonó el móvil. Era otro típico mensaje de buenos días, pero por algún motivo, no quería mirarlo. Volvió a echarse, intento dormir, pero no pudo.

Se levantó, fue rumbo a la cocina, y cogió un vaso con agua. Bebió tan de prisa que parecía que su vida dependía de ello. Volvió a la cama, se cubrió completamente, aún sabiendo que hacía un calor que lo mataba, y que era lo que más odiaba.
La luz que se colaba por la persiana no hacía más que cegarlo de manera incontrolada. Era algo contra lo cual sus pupilas aún no estaban entrenadas.

Volvió a mirar el móvil, como buscando una respuesta a aquel aparato inerte, "in-móvil," y dio un "toque." Luego de eso, solo silencio. La luz seguía igual que antes, cegándolo, aunque de manera más brutal. "No hay cosa peor en el mundo que esperar," pensaba. Y en ese momento sabía que lo estaba haciendo, esperar. Esperar a la respuesta y esperar a que la luz se vaya, aunque, lo último fuera casi improbable siendo tan pronto por la mañana. En ese momento, sentía que la vida se le iba.

No hubo más remedio, volvió a echarse. Mirar al techo y recordar como en años anteriores hacía lo mismo, se maravillaba ante la música, se maravillaba al borde de las lágrimas, y como siempre con sus cascos puestos, escupiendo música a rabiar, en niveles que ahora ya no puede soportar tanto, y preguntándose si algún día podría hacer algo similar, o si quiera acercarse, al menos los sueños ya los tenía.

Y ahora estaba allí, igual que hace años, pero sin cascos, aunque con la misma mirada hacia el techo. Blanco. Con años y kilos de más, con algunas ilusiones rotas por el camino. Con nuevos horizontes, y con más experiencia. Básicamente tenía los mismos sueños, pero planteados de forma diferente. Ya no eran tan descabellados como solían serlo. A lo mejor ya no tenían la misma inocencia que antes. Pero por dentro, seguían siendo los mismos.

Su tranquilidad se vió afectada por el sonido estridente del móvil, que llenó el silencio de la habitación. Se despertó de nuevo, despertó de aquellos sueños de adolescencia. Sonrió, se sintió afortunado, y se levantó. Ese fue un nuevo día.

domingo, 21 de marzo de 2010

100...

Esas lágrimas... esa almohada nueva. Esa sonrisa sonrojada, de colegial que de nuevo amaba.

Yo seguía sin creérmelo. Estiré la mano, para ver si aún sentías. Para solo darme cuenta de nada. Que seguías igual, incrédula, mirándome a los ojos, buscando alguna respuesta que sabes que solo tendrías si me torturaras.
Estiré la mano para ver si aún me conocías, pero en tu mirada había algo que había cambiado. Simplemente no había nada de lo que algún tiempo atrás hubo. Era como mirar a la nada. Era como hablar con una pared.

Lentamente y sin hacer ruido me levanté, la sabana estaba aún más mojada que nunca. Las lágrimas tuyas no cesaban. Eran simplemente el espejo de lo que murió. Y murió, y así quedó.

Cerré la puerta, y tras un suspiro inicial, y una mueca que nunca entenderé, me di cuenta de que la vida comenzaba. "Aquí comienza todo, solo he de esperar" - dije con media sonrisa. Para luego simplemente bajar por aquellas oscuras y estrechas escaleras, con la seguridad de no volver a caer.

martes, 2 de marzo de 2010

Asi es.

Asi como escribo, me divierto.
Así como pienso cosas que poner aquí, me confundo.
Cuando me confundo, suelo desvariar.
Afortunado soy si llego resolver algo.

Trato de pensar que no soy el único...
Al que le pasó algo como esto.
Quiero intentar no pensar.
Pero esto es irónico.
Esto es que a lo mejor apesto.

Ya no se ni como escribir.
Mis sentimientos son tontos.
Esquivos, a veces irrefrenables.
No se si tenga muchas ganas de vivir.
En un mundo donde todos son locos.
Donde siempre me toca sufrir.

Cada vez que sueño que puedo subir, lo único que hago es bajar más. A ese infierno al cual creo que no puedo evitar, ni con mis mejores intentos, ni con mis mejores acciones, a veces siento que todo podría ser mejor, solo para darme cuenta que siempre he vivido en una constante ilusión.
Es penoso darse cuenta que vives una ilusión que solo alimentas tú, en la que solo el que gana eres tú, en la que el que respira eres tú, y nadie más que tú. Viviría mejor sin ironías, sin sarcasmos, sin tonterías ni con tantos espantos.

Quiero vivir cada vez más y mejor, quiero quitarme la ropa, y sentir que no sobro. Quiero sonreír y no fijarme en si mi sonrisa esta bien o mal. Quiero verme en una foto y no pensar que esa foto sobra, o que esta mal hecha.

Quiero escribir, y no sentir que lo que escribo cae en saco roto, o que simplemente me digan que esta bien, por quedar bien. Quiero que la gente sea sincera, y que si no le gusta lo que hago, que me lo diga. Quiero pensar que no pienso bien, para no ilusionarme más.