Nunca da igual cuando te deseo, pero esos deseos son meramente carnales.
No es que no te quiera. Te adoro. No es que piense con otra cabeza. Es que no puedo contigo. Eres más fuerte que todas mis convicciones juntas, que todos mis miedos, que todo el conjunto de mis emociones fuertes, tontas.
Eres aquella persona que con la mirada me dice mucho, y cuando llegan las palabras únicamente son para confirmar lo que ya sabía, lo que con tus ojos me dijiste un momento atrás.
No eres perfecta, yo tampoco lo soy, pero me gustaría rozar la perfección junto a ti, para poder ser mejor persona, para ser mejor conjunto, para ser una pareja buena, estable y duradera. Te quiero con todas mis emociones, con cada parte de mi ser.
No soy cursi, no lo intento, tampoco me aprovecho de eso, es simplemente algo que surge, que nace con los sentimientos, con las miradas, con el no saber que hacer cada vez que siento algo esto en el pecho.
No me puedes responder, ya lo se, pero seguro que tienes bonitas palabras para esto.
Por eso te quiero.
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