domingo, 30 de octubre de 2011

La espera...

Las personas llegan a un punto donde La Espera ya se convierte en una desesperación constante.

A mi me pasa eso.

Ya no puedo esperar a tu voluntad. No debo, ni quiero, seguir viviendo mi vida a la sombra de la tuya, a ver cuando te apetece hablar, cuando no hay gente alrededor para poder al menos decir un hola sincero sin un "hola" de... TE VI AYER!. Intentando adivinar cada movimiento, para ver si te llamo en el momento adecuado. No soy el pobre de la película, tampoco el beneficiado. Soy simplemente una persona.

Quizá en algún momento tuve prioridades que giraban en torno a ti.

Ya no más. Despídete como se debe. No volveré a entrar.

No hay comentarios.: