La vida solía ser para mí como un libro abierto. Solía estar disponible para quien lo quisiera, cuando quisiera, y como quisiera. No soy el amigo modelo, no soy el amigo perfecto. Probablemente no sería el amigo que todo el mundo quisiera. Y probablemente mucha gente quiere ser mi amigo sin saber lo que escondo por dentro. Logicamente tampoco soy lo peor.
Hay veces en las que creemos que el mundo se viene abajo, solo para descubrir que vivíamos falsamente arriba, que siempre estuvimos abajo, de buena manera, pero estuvimos abajo, y cuando creemos que alcanzamos el tope es en realidad que por fin comenzamos a subir. Tengo un problema y es que no me se explicar demasiado bien.
Al parecer la vida suele ser como un libro, o como el borrador de un libro, donde poco a poco escribimos nuestras vivencias, experiencias, hacemos borrones, intentamos limpiar errores, manchamos la hoja, rompemos algunas hojas en busca del olvido completo, escribimos encima tapando el sol con un dedo, narramos, volvemos a borrar. Y al final, ese libro, se cierra en algun momento, para no llenarse más, para terminar lleno de polvo en alguna estantería, olvidado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario