Aburrido. Cansado. Desganado. Lloroso. Ojeroso.
Pensando. Pensando. Pensando.
Mensajeando. Parando. Pensando. Repitiendo.
Mirando esa barra, a ver si sube un poco. No sube, sigue igual. Ya te da igual, al parecer. Ya no importa que todo cambie, o que todo siga igual. Ya no importa si sigo escribiendo acerca de cosas que me hacen daño, o acerca de las cosas que me hacen feliz. Total, todo da igual.
Pero sin embargo soy feliz. No doy mensajes de auto ayuda. No le digo a la gente que tiene que sonreír cuando algo les va mal. Por que ni yo mismo lo hago, creo que pocos seres humanos lo hacen en esta vida. Soy sincero conmigo mismo. Y sincero con los demás. Si te sientes mal, llora, grita, repitete, humillate, mandale mensajes hasta que te canses, pero una vez que termines con eso, respira y levanta la mirada. Total, eres tú y tu bienestar, y si haces lo contrario, bien por ti. Cada uno hace lo que quiere.
Yo mientras tanto, me niego a no mirarte.
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