lunes, 13 de junio de 2011

Había una vez

Un año bautizado como 2003. El último año de colegio. Pero no caeré en el típico post de Añoranza al colegio, ese no es mi cometido. Recuerdo que eran los primeros días calurosos de todo año escolar. Sentados todos aún no creyendo que ese sería nuestro último año en las aulas, que ya nos quedaba poco que "gozar," aunque en ese momento muchos lo veían como una agonía de 11 años, una agonía pronta a terminar.

Como sea. Recuerdo que uno de esos primeros días, calurosos, es más, creo que fue ese año que empezamos las clases en marzo, cosa rara para un Colegio Nacional de aquella época, aunque fue ese año o el año anterior a ese en que dejamos de llamarnos Colegio Nacional, para pasar a llamarnos Institución Educativa, el mismo empaque pero con diferente nombre. Y bueno, resulta que uno de esos días, algún profesor, (sosprecho que fue la profesora Elizabeth con sus clases de Ciencias Sociales) nos dejó una tarea en la que tendríamos que comprar algún periódico para informarnos del acontecer Nacional, Internacional y si era posible de la galaxia entera. Yo recuerdo haber elegido "El Comercio" porque siempre fue como un periódico de referencia para mí, y al parecer lo sigue siendo. Y recuerdo que mientras buscaba yo alguna noticia de interés, me topé con la Sección C, ahora bautizada como Luces, en aquella época no recuerdo que nombre tendría, pero era diferente. Y entre página y página, me topé con un nombre ya conocido para mí, pero no del todo.

"Pink Floyd celebra el 30 aniversario de uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos" o alguna línea así recuerdo haber leído, y fue un impacto leer aquello de ser el mejor disco de Rock Progresivo de todos los tiempos. Recuerdo que en aquella época, llena de Leusemia, el Rock Progresivo comenzaba a coquetearme. No sé sinceramente porque me quedé tan impactado con aquella columna escrita por alguien a quien quizá no le presté atención, muchas gracias hermano o hermana, pero lo que si recuerdo fue que en ese momento, ahora que lo pienso bien, fue algo de incredulidad lo que acompañó mi "sorpresa" por aquel artículo. Sobretodo por las alabanzas para con el disco, no hubo ningún punto flojo, ni uno solo, era como recuerdo haber leído en aquel artículo "El Disco Perfecto."

Y como la curiosidad mató al gato, decidí con mi curiosidad infinita en aquel tiempo, averiguar más de esta banda, o de este disco en concreto. Y para mi sorpresa, los artículos vertidos por aquella Internet de aquellos tiempos eran pura alabanza, quizá habrían detractores, pero no tenían el coraje de contradecir algo que era verdad para toda la humanidad, o para todo dueño de una copia de aquel disco, casi lo mismo.

Luego de leer todo eso, me aventuré a, con mi WinMX, bajarme una copia del disco, en aquellos tiempos gastarme S/.70 en un disco original era algo impensable. Y luego de esperar casi 2 horas para que baje aquel disco en MP3, de calidad bastante deseable debo remarcar, caí en una tristeza enorme. Al escuchar los primeros segundos del archivo, me di cuenta que alguien habría colgado una versión de broma simplemente para jugar con los sentimientos de los demás, pensé que había perdido 2 horas, y estaba en el proceso casi lento de quitarme los audífonos, cuando logré escuchar algo que parecía el latido de un corazón, subí el volumen y progresivamente ese ruido se hacía cada vez más fuerte, me quedé escuchando un minuto mientras todos esos sonidos revolvían todo mi cerebro, y al minuto, la maravilla toco lo más sensible de mis oídos, para convertirse en algo que califiqué instantáneamente como una obra de Ángeles caídos del cielo.

Los días siguientes, o he de confesar, casi todo el año que siguió se convirtió en una adicción de la cual no podía quitarme. Al menos una vez al día tenía que escuchar aquel disco. Se convirtió en mi adicción, se convirtió en algo que difícilmente pude quitarme. Hasta que un día, escuchándolo, pasó algo que me pareció la peor desgracia del mundo. Comencé a aburrirme de escuchar el disco, y creo yo que no era justo. Y llegué a la conclusión de que ese disco no merecía mi desprecio ni el de nadie. E hice una promesa, solo lo escucharía todos los 8/11 a las 00 horas, el disco completo. Me figuré que sería una buena forma de iniciar todos mis años nuevos personales.

Y así fue. Y el resto es historia.

No hay comentarios.: